Voy a mostrar, de una forma totalmente objetiva, dos puntos de vista sobre la regulación de las mujeres prostitutas, uno a favor y otro en contra.
- Explotación sexual 1 y Explotación sexual 2 "En contra de la regulación"
He puesto los dos artículos de la escritora porque van unidos, pero el más interessante es el segundo, en el que se mete de lleno en el tema. Ambos artículos son de la escritora GEMMA LIENAS, que hace una crítica a otro articulista del periódico que defiende el ejercicio de la prostitución. El hombre equipara la prostitución a cualquier otro trabajo y considera que debe ser considerado un tal y ser incluido en el Estatuto de los trabajadores. Lienas piensa que si se considera un trabajo, entonces tendría que existir una formación profesional en técnicas sexuales y en defensa personal (por el alto índice de violencia que existe alrededor de estas mujeres). Comenta también que "tal vez una mujer en paro, en cuyo currículo figure haber trabajado como camarera, pueda ser enviada por el Inem a cubrir un puesto en un burdel, so pena de perder el subsidio de desempleo, como ocurrió en Alemania". Por otro lado, habla de la situación de la prostitución en países en los que está legalizada; como Holanda, donde el 80% de las mujeres de los prostíbulos han sufrido abusos sexuales y el 70% de las prostitutas de Ásterdam carecen de documentación. Y aún más excalofriante es la cifra de las niñas prostituidas: se ha pasado de 4000 a 15000 criaturas desde la legalización en el año 2000. Es un artículo interesante que te hace pensar y poner en tela de juicio tus ideas.
- Prostitución: la hora de la responsabilidad "A favor de la regulación"
La autora del artículo se llama Inma Mayol. Realiza una crítica a los políticos por no regular la prostitución, por considerar que con la prohibición va a desaparecer el ejercicio de la prostitución, por obviar lo evidente. Mayol insiste que las personas que como ella están a favor de la regulación no es que apoyen esta práctica, sino que es muy necesaria una regulación, un control de las personas pertenecientes a este ámbito, con el fin de acabar con el feroz proxenitismo existente. La autora plantea que el punto de partida ha de ser la creación de un marco jurídico que, por un lado, refuerze las herramientas con las que las administraciones públicas puedan combatir el tráfico y la explotación de personas abocadas a la prostitución forzosa y, por otro lado, controle las condiciones en las que ejercen las trabajadoras sexuales, tanto higiénicas y de salud como sociales, favorezca alternativas laborales y académicas, promueva la existencia de espacios autogestionados, sin amos, etc. De esta forma, según Mayol, la economía sumergida vinculada a esta actividad saldría a la luz y las mujeres prostitutas tendrían salvaguardados sus derechos. Comenta que por el contrario, con la prohibición, lo único que se consigue es el fomento de law mafias de tráfico humano y la desprotección total de las prostitutas, como ocurre en Suecia, donde las mujeres ejercen en barcos anclados a unas millas de la costa, totalmente desprotegidas. A mi juicio, es una reflexión muy interesante que demuestra la necesidad de mantener un control de la situación y de no obviar lo evidente.
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